La lectura de Derrumbe nos descoloca una y otra y otra vez. No, no es la novela tradicional. Podría decirse que está a medio camino entre el autoanálisis, el ensayo y la sátira. Apenas comienza, Guebel escribe: «Mi hija duerme. Dentro de una semana mi mujer se irá con ella y me dejarán solo». Fin del…
